jueves, julio 14, 2005

Contravilcheando

En su día, "contraarticulé" a Jorge Vilches, de LD. Hoy, releyendo los comentarios en el blog, me encontré con uno en aquel hilo firmado por "el vilches". No creo que fuera el autor del artículo original, pero por si acaso, y por si no también, me entraron unas ganas tremendas de volver a contraarticularlo. Así que hoy, nos damos un festín de argumentos nacidos de los rincones más sombríos e irracionales del cerebro. ¿Del cerebro? ¿O de las vísceras?

La mal entendida “paz perpétua” que ansía el presidente Zapatero ha puesto a la sociedad española en un riesgo evidente. Y no me refiero únicamente a que dio la razón al terrorismo retirando antes de tiempo nuestras tropas desplegadas en Irak, que, por cierto, poco le importa al mundo islámico que coincidiera con el programa electoral del PSOE. Hablo de una combinación inquietante: la mano tendida a ETA y los efectos electorales del 11-M.

Partiendo de que “perpetua” no lleva tilde en la e, entendemos que a Vilches lo que le va es la paz condicionada: si estás de acuerdo, tranquilo majete; y si no, pum, ostia en la boca, ostia en los huevos, que cantaban Barricada. Y añade que, por él, las tropas españolas mejor en Irak, sin legalidad vigente de por medio, e incumpliendo la promesa electoral de un Gobierno legítimo. Paz condicinada (mano tendida al terrorismo) y falta de legalidad (efectos colaterales del 11-M, el 11-S y, presumiblemente, el 7-J). Pues empezamos bien.

El PP de Aznar apoyó el ataque a Sadam Husein, lo que aumentó la movilización contra el gobierno popular, separándose de él un grupo significativo de sus tradicionales votantes. Los terroristas islámicos del 11-M deseaban que su matanza tuviera un resultado electoral: la caída de Aznar. El efecto de los atentados sobre la opinión pública benefició al PSOE, que ganó, contra pronóstico, las elecciones. El mecanismo para subvertir una democracia quedó evidenciado.

Más erratas: el Gobierno popular es con G mayúscula, porque si no sería el gobierno del pueblo. Menudencias aparte: ¿has preguntado, Vilchitos míos, a los “delincuentes comunes” —así los tildáis en ocasiones— que colocaron las bombas, si deseaban realmente la caída de Aznar? Lo que tuvo efecto sobre la opinión pública, Jorge, don Jorge, no fueron los atentados, sino lo que nos decían insistemente: ha sido ETA, ha sido ETA. Mamá, ha sido ETA. Papi, ha sido ETA. Hijo mío —los gobiernos, de ser familia, mejor que sean hijos: tutelados por el pueblo—, mira que toda la prensa internacional y las pistas policiales apuntan a otro autor. No, mami, no, papi, ha sido ETA que yo lo sé. Y dale. Es para echar de casa al hijo, ¿o no? Y sí, el mecanismo para subvertir una democracia quedó evidenciado: mentir, a ver si aguantamos la mentira, que como mentemos a Al Qaeda se nos escapa la victoria. Y claro: se les escapó, por mentir.

Un año después, los socialistas de Zapatero están empeñados en tender la mano a ETA; y hasta han hecho que el Congreso vote una resolución a favor de la negociación si la banda deja la violencia. La declaración ha conseguido resucitar a ETA, ponerla a la altura de un gobierno democrático, darle protagonismo en el futuro del País Vasco y, en consecuencia, en el de España. Hablar con ETA, Batasuna o el PCTV supone reconocer la justificación del terrorismo: la utilidad del recurso a la violencia cuando por la vía democrática no se consiguen los objetivos políticos.

Jorge, como eres joven, casi tanto como yo, te falla la memoria, y la lectura, aunque bastante menos, por cierto, que a mí. ¿Qué declaración ni que gaitas? Forma parte de la tradición legislativa del Congreso: si ETA abandona las armas, a negociar. Vilches, homre, infórmate primero, y luego opina. Negociar significa negar el ocio, es decir, no permanecer ocioso. Quien detesta la negociación con un terrorista lo que está defendiendo es que no se haga nada, que se permanezca ocioso. Otra cosa es no caer en el chantaje. Pero precisamente para eso, lo que hay que hacer es negociar. Y lo que se viene a decir es: “ahora que ustedes dejan las armas, qué podemos hacer para convivir”; y no, como pretendes: “qué condiciones pones para no seguir matando”. Es que dista un trecho.

La estrategia del PSE para llegar al poder en el País Vasco, además, ha fracasado. Con la negativa a ver que el PCTV era la nueva sucursal batasuna, los socialistas pretendían dividir el voto nacionalista, debilitar al PNV y llegar a un acuerdo de gobierno de coalición. No ha sido así, y la opinión pública se ha echado encima de Zapatero y de su fiscal Conde Pumpido.

En cuanto a las estrategias del PSE, no son creíbles viniendo de ti. Sobre todo, porque tú y tus amigos de la prensa amordazante —que se ampara en la libertad de expresión— habíais preparado la coartada en caso contrario: si se actuaba contra el PCTV, era en respuesta a unos cálculos electorales del PSOE para favorecer sus posiciones, a expensas de la Ley d’Hont. O sea que no. No vale. Viniendo de ti, no vale. Porque sea como fuere respondía a un cálculo electoral. Y no puede responder a una misma estrategia una cosa y la contraria. Creo que lo entiendes con claridad.

La reacción de una parte de la sociedad a los deseos de “paz perpétua” de Zapatero con los etarras ha sido negativa, especialmente la de las víctimas del terrorismo. El conflicto y el debate han mostrado, por primera vez, una sociedad española dividida en la lucha contra el terror. En su empeño, el gobierno socialista se ha vinculado claramente ante la opinión pública con la pretensión del fin dialogado de ETA.

Insistes con la tilde en la e. Pues nada, si es capricho, también Larra escribía con galicismos y a fin de cuentas no se le recuerda por ello. Dices que la reacción de una parte de la sociedad ha sido negativa, especialmente la de las víctimas del terrorismo. No, Vilchitos, otra vez no: ha sido la reacción de la AVT, aparato propagandístico en manos del PP, como todos sabemos y algunos calláis. Así que ponme otro ejemplo, este tampoco cuela.


Y la cosa sigue, no saturemos el blog. No vale la pena…

2 comentarios:

Sota dijo...

"Es para echar de casa al hijo, ¿o no?"

Hombre, para echarle de casa igual no, y líbreme dios de defender los maltratos físicos a los niños, pero como para dejarle sin postre y sin tele durante un més, desde luego.

Anónimo dijo...

¡Hombre, he visto que has vuelto de aquel largo viaje que dejó huérfano tu blog!
Para empezar, “hostia”, de golpe, se escribe con “h”.
Luego; se escribe “condicionada”, no “condicinada”; ni “insistemente”, sino “insistentemente”; ni “hombi” sino “hombre”. Pero bueno, se nota que ni te relees.
Dices que si se preguntó alguna vez a los terroristas del 11-M si deseaban la derrota del PP en las elecciones. Esto te pasa por leer sólo El País y escuchar la Ser. Vamos a ver, ¿qué fue lo primero que preguntó el terrorista Lamari al entrar en la Audiencia Nacional? Sí, sí: “¿Quién ha ganado las elecciones?”. ¿Has leído los comunicados de Bin Laden, esos que da a conocer desde mucho antes de los atentados del 11-S? Su deseo no es solamente echar a los infieles de la tierra de la Umma –si no sabes qué significa esta palabra lee un poco-, sino que caigan los gobiernos de los “Estados enemigos”. Si no me crees no tienes más que leer las obras de Antonio Elorza y Fernando Reinares, hombres de izquierdas, y el segundo asesor de Zapatero.
¿Mentir? Vamos a conjugar el verbo. La mentira es decir que había terroristas suicidas el 11-M. Subvertir es soltar la fresca de que el gobierno Aznar quería dar un golpe de Estado para parar las elecciones, salir el día de reflexión en la TV para decir que los españoles no merecen un gobierno que les mienta, y convocar a la gente del PSOE, IU y demás a Génova.
¿Qué la tradición legislativa del Congreso es que cuando un grupo terrorista deja las armas hay que ponerse a negociar, y que éste no va a poner condiciones? ¿Pero en qué mundo vives? Ponme un solo caso, y no me hables de Irlanda porque allí había un enfrentamiento civil con muertos por ambos bandos, lo que aquí no hay. A lo mejor te refieres a los GAL, si ese grupo terrorista/ladrón que mató y robó mientras Rubalcaba era el portavoz del gobierno González, y Zapatero un sonriente y mudo diputado. ¡Ah! Qué tiempos aquellos del terrorismo socialista de Estado (esto también es subvertir la democracia, y mentir, y robar, pero no se les cae la cara de vergüenza. Claro que, como decían hace años los del PCE de los del PSOE: “Cien años de honradez… y ni un minuto más”)
Bueno, te dejo porque tienes mucho que leer y que pensar.