martes, julio 05, 2005

Las circunstancias no admiten ser desautorizadas

¿Qué pasa en el Partido Popular? Celia Villalobos votando a favor de los matrimonios entre homosexuales, Carlos Alberto Biendicho afirmando que Rajoy votó contra su propia conciencia en el Congreso, Piqué calificando como políticos del pasado a Acebes y Zaplana... Tres ejemplos de lo que circula en todos los mentideros políticos: que la operación "derrota dulce" de Fraga (una "dulzura" de más de 150 mil votos), ha sido el último episodio previo al cambio de rumbo del primer partido de la oposición, a partir del próximo mes de septiembre.

Hasta ahora, Rajoy ha mantenido una política de resistencia, y la mayoría de sus colaboradores afirman que difícilmente habría sobrevivido el PP a la hecatombe del 14 de marzo de no haber sido así (Soledad Gallego-Díez, "El País", domingo 26 de junio). Este mes de julio sería el cierre de un ciclo político de confrontación, de dureza y de mantenimiento en posiciones de crítica "dura" a toda la política del Gobierno socialista. Todo vale: deslegitimación, ataques personales, bulos mediáticos, y autos de fe. A la vuelta del verano, cambio de tono: un regreso, esta vez de verdad, al espacio del centro político, sin la pesada carga de los obispos más reaccionarios, los prelados del Opus Dei, y las posiciones ultra de los Legionarios de Cristo; con la memoria del fiasco en la gestión del 11-M más debilitada; con la asunción de que, sí o sí, el PSOE es el partido en el Gobierno y se trata de buscar alternativas, no fuego cruzado.

Si el mentidero no falla, los elementos más "outsider" del PP, que ahora muestran ciertas dosis de disenso, no serían más que los adelantados de su propio partido.

Todos los periódicos de tirada nacional editados en Madrid dedican hoy su portada a las declaraciones de Piqué y la desautorización de Rajoy desde Singapur. Pero algunos rotativos, empeñados en el servicio al líder, o prisioneros de su propia línea editorial afín a estos últimos tiempos de política dura, caen en llamativas y casi estrepitosas contradicciones. Tal es el caso de "La Razón". Efectivamente acierta en el titular: "Rajoy sale en apoyo de Acebes y Zaplana tras las declaraciones de Piqué". Nada que objetar, periodísticamente hablando, a estas 13 palabras. Lo que se entiende menos es que acompañe ese mismo titular con un antetítulo como "La renovación en el PP". Porque la renovación, si la representa alguien, no son precisamente Acebes y Zaplana. Y quizá tampoco Rajoy.

Quizá don Mariano debería pasar a la historia como don Adolfo. O como Aznar, no el marido de la Botella, sino el teniente prerrepublicano. Políticos que hicieron falta en un momento concreto, pero que no pudieron, o no supieron, sobrevivirse a sí mismos. Y que fueron rebasados, lógico, por las circunstancias; esas sí que son duras, y casi nunca pueden ser desautorizadas.

4 comentarios:

Miguel K. Stobbs Serrano dijo...

Me huele a mi que al final los que se harán con el control del PP serán los halcones.
Aznar colocó una paloma (Rajoy) para, con unas elecciones a priori ganadas, dar la sensación de seguir con el giro al centro...pero una vez perdido el poder Rajoy no les sirve para nada a los fundamentalistas del PP, que, a partir de Septiembre, tomarán el poder con toda seguridad.
Desgraciadamente el talibán de sacristía (FJL) pinta mucho más dentro del PP de lo que algunos creen, tiempo al tiempo.

Felicidades por un blog excelente, respetuoso y con gran estilo.

Alfonso Piñeiro dijo...

Gracias por el comentario Miguel. Tu análisis también es bueno. Por el bien de todos, ojalá no ocurra como vaticinas.

chusbg dijo...

Hola he visto el artículo desde el blog de Manu, creo que tu visión es muy acertada y bien planteada.
Si cambian personas en el PP, se podrá hacer en septiembre como dices, si no cambian será difícil quitarse todo ese lastre reaccionario-religioso.
Procuraré pasar siempre que pueda por aquí.
Saludos

Sota dijo...

Hombre, lo de la Villalobos es un caso aparte. Ya votó en contra de la disciplina de partido (por qué esa expresión me provoca escalofríos) en otras ocasiones, incluso cuando estaba Aznar en la poltrona. Y he oido decir (no confirmo, hasta que se demuestre lo contrario, es un rumor) que tiene una hija lesbiana, así que se tampoco es tan de extrañar...