Va a ser cierto, digo, que Jotapedro y García-Abadillo, al frente de ese buque insignia llamado El Mundo, están poniendo toda la carne en el asador. Va a ser cierto, digo, que el despido fulminante de Gumersindo al frente de la edición digital de El Mundo tiene que ver con esa estrategia de inflamación de la conspiranoia. Va a ser cierto, digo, que el diario editado en Pradillo merece más ContraTitulares que la muestra rancia diaria de La Razón.
Es un titular vacío, y es sorprendente. Los titulares pueden ser informativos, editorializantes o forzados. La diferencia entre los segundos y los terceros es que los editorializantes presentan un hecho contrastable para inducir una opinión, mientras que los forzados presentan una opinión a partir de una secuencia parcial o desvirtuada de un hecho. Pero un titular vacío es un error de primero de carrera de Periodismo.
Ejemplos de titulares vacíos, con una orientación contraria a la que presenta hoy El Mundo, serían:
El PP obstaculiza el diálogo para poner fin al terrorismo etarra
El entorno del PP insiste en que el 11-M hubo un golpe de Estado
Rajoy huye toda respuesta sincera en entrevista con Gabilondo
Zaplana trata de ensuciar a la Justicia y las Fuerzas de Seguridad
Son opiniones con las que se puede estar más o menos de acuerdo, pero son propias de un medio de carácter político y periodicidad semanal o mensual, de cualquier tendencia: desde Newsweek hasta Le Monde Diplomatique, desde Época hasta Foreign Policy. Pero no de un diario de información general. De verdad, me sorprende el titular escogido hoy por El Mundo, al que tengo por un diario que guarda al menos la apariencia de la seriedad, aunque lleve 17 años reformulando el periodismo de investigación, aportando ese nombre a lo que no es sino periodismo de declaración.
Pero además, es que no es cierto. Veamos ejemplos de cómo se "ridiculiza" la búsqueda de la verdad en el 11-M, partiendo del PDF del Congreso de los Diputados que recoge la sesión de ayer:
Lamento el tamaño de los recortes pero no he encontrado la manera de subirlos mayores, y el PDF debe estar protegido porque no me deja copiar texto. Al grano: ¿es esto una ridiculización? Vayamos una vez más al diccionario de la RAE. Ridículo: 1. adj. Que por su rareza o extravagancia mueve o puede mover a risa. 2. adj. Escaso, corto, de poca estimación. 3. adj. Extraño, irregular y de poco aprecio y consideración.
Parece que ninguna de las tres primeras acepciones se ajusta a la intervención del ministro del Interior. Aunque hoy Peridis lo explica bien claro en El País:
En fin, por estos y otros motivos que no viene al caso comentar para no volver innecesariamente largo el post, el ContraTitular para hoy es:
3 comentarios:
Dice Peridis, “!Fumiga Eduardo, que algo queda!”. Creo que esta frase resume la táctica del periodista profeta del golpismo (sin tanques) y de su brazo político, el PP.
Saludos
Por cierto, tienes un meme.
Pues lo mismo que digo en tu propio blog. Investigaré, a riesgo de confesar mi ignorancia, qué significa tener un meme. Desde luego que suena interesante.
Absurdis, eso eso, que sigan. Verás la bofetada final. Se rumorea bastante que el "tiroteo" de información de El País va a ir "in crescendo" de aquí a las elecciones. Parece ser que juegan con material, pero al parecer también El Mundo anda sobrado de datos que pueden forzar interpretaciones. Habrá que estar atento para no perderse. Cuento con la blogtribu.
Imagina, por eso colgué la ilustración de Peridis. Cinco palabras que resuman tan bien una actitud merecen un reconocimiento, por modesto que sea.
El Mundo ha encontrado un filón vendiendo esta basura, y el ego de Pedrojota está tan hinchado que ya no soporta la más mínima crítica dentro de su equipo. ¿El de Lafuente no es ya el cuarto "abandono" de importancia?
En fin, enhorabuena por el post, y también por tu regreso.
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