
Cuando uno se asoma a la última portada de La Razón lo primero que piensa es "no, hombre, no, el presidente no ha podido decir semejante cosa. Por muy zopenco e inútil que sea para algunos, por muy mesías y valiente que sea para otros, semejante barbaridad no es concebible". Y entonces el ciudadano que decide seguir la pista, de momento sólo asombrado, empieza a googlear. No aburriré aquí con una exhibición de enlaces e hipertexto, por muy moderna y 3.0 que sea la cosa, pero el caso es que una cosa le lleva a otra y empieza a contrastar que sí. Que efectivamente. Que el presi lo ha dicho. Que ZP se ha pasado de largo.
Y añade: aquí hay gato encerrado.
Y el pepito grillo le enciende una lamparita. 5 w. tiene la bombilla de la conciencia. Suficiente para iluminar el tramo hasta el siguiente interruptor. En mi último viaje a Zarautz un comparsa (Otto, va por ti), me señaló que yo era más batasuno que los de Batasuna. Será, le dije. Será, me digo. Y me hago la pregunta, perdón por el tono prepotente de "yo me doy cuenta y otros no". Me pregunto, digo: qué carallo habrá sido lo de Iñaki de Juana. Esto es, ¿qué artículos son los que habrán llevado a la Audiencia Nacional a postergar más de un año la salida de Iñaki de Juana de prisión? El delito que se le imputa es de amenazas, a través de uno de los vehículos de expresión de la izquierda abertzale, el diario Gara. Por muy torpe, muy patán o muy iluminado que sea JL, es decir, ZP, un tipo como De Juana, que viene de una condena de 3.000 años de prisión por terrorismo y que realiza amenazas desde la tribuna de los batasunos, no puede ser una persona muy volcada con la paz. No parece creíble que sea muy partidaria de ella, vamos. Es decir: o el presi no se entera, o... ¿no se entera la Audiencia?
Así que sigo googleando, y doy con los artículos. Por oficio, por vocación, y por ser mosca cojonera y más batasuno que los batasunos, los leo. Y el ciudadano, un servidor, pasa de estar asombrado a estar asustado. De ahí el título del post.
Los artículos por separado están aquí y aquí. Los dos juntos se pueden encontrar, si se desea, aquí.
Que Iñaki de Juana está como una chota es algo que se puede contrastar en los dos primeros párrafos del artículo. De los artículos. De cada artículo. Pero lo cortés no quita lo valiente. Con la misma certeza, que se pueda imputar un delito de amenazas a De Juana por esos textos, por publicar algunas sandeces junto a otros datos que merecen cuando menos consideración, es pasarse por el santo forro de los santos melones todas las garantías jurídicas y procesales del Estado de Derecho.
De los dos textos, sólo encuentro un párrafo que pudiera ser susceptible de ser catalogado como amenaza:
"Hace años le escuché a un muy apreciado compañero chillar con fuerza «Sacad vuestras sucias manos de Euskal Herria». Sí, sacadlas, porque otro camino sólo implica más sufrimiento. O el futuro terminará demostrando, sin duda, que os quedásteis sin ellas".
Creo que algunos libelos de Nacho Villa, Jiménez Losantos, Isabel Sansebastián o Carlos Dávila son bastante peores que la exhortación de Iñaki de Juana. Vamos, no lo creo: lo leo, lo escucho. Lo padezco.
Hoy Mariano Rajoy, igual que ayer, igual que mañana, ha pedido a Zapatero que pare el proceso de paz. Con toda tranquilidad, escribo:
"Hace años varios republicanos chillaron con fuerza a la derecha: «sacad vuestras sucias manos de la legalidad» . Sí, sacadlas, porque otro camino sólo implica más sufrimiento. O el futuro (como el pasado) terminará demostrando, sin duda, que os quedasteis sin ellas".
Pongo mis derechos a disposición de la Audiencia Nacional.
A pesar de haber sido un sanguinario, un exterminador, un grandísimo hijo de la gran puta, a pesar de que sus artículos son propios de un desquiciado, quizá De Juana no esté tan lejos del proceso de paz. Digo quizá. Esa es la grandeza del Estado de Derecho: que hasta que no se demuestre lo contrario, nadie es culpable.