De los cautro principales diarios de pago editados en Madrid, el que más juego da en su portada es el ABC. Sobre una imagen de un manifestante en contra de la cumbre de la Organización Mundial del Comercio (OMC), ataviado con una especie de máscara cuyo motivo principal es la bandera de EEUU, el diario afirma que:
Powell llama fariseos a los líderes de Europa
por negar que conocían los vuelos de la CIA
Este es uno de los juegos más sutiles de alteración de la realidad, para convertirla en noticias próximas a la línea editorial: el trueque de unos acontecimientos que merecen reprobación general, por la reacción crítica de los autores de esos hechos contra quienes los critican. El esquema es sencillo: A realiza una acción condenable, B lo pone en evidencia, y A reprueba a B por no haberlo criticado antes. Es un "ya lo sabías, así que no sé a cuento de qué vienes ahora con esas ínfulas". Si Powell llama fariseos a los líderes europeos porque hasta ahora han mantenido la boca cerrada, y sólo han puesto el grito en el cielo desde que los medios de comunicación han afilado sus dientes con los vuelos de la CIA (y eso, efectivamente, es fariseísmo), lo que Powell está reconociendo, de hecho, es que esa táctica se emplea ahora, y se lleva empleando mucho tiempo. Por tanto, hay una noticia previa, mucho más importante:
Powell reconoce en sus críticas a Europa la
tradición de los vuelos secretos de la CIA
No faltarían voces que criticarían un titular así, porque trata de manipular los sentimientos, al utilizar la palabra "tradición" en fechas navideñas. Retruécanos aparte, cuando se pone tanta atención en uno de los dos lados de la balanza de esta noticia, es que se está tratando de exculpar, desde la tribuna que ofrece un medio de comunicación, a la otra parte de la balanza. Que los vuelos existían desde hace tiempo y los líderes europeos lo conocían, no exigía mayor intución que el considerar el 11-M a media mañana que no estábamos ante un atentado de ETA. Pero acusar el fariseísmo y pasar de puntillas por un hecho reconocido, y mucho más grave, como la ruptura de la legalidad internacional (otra vez) a manos de EEUU (otra vez), es una perversión, como mínimo, del periodismo profesional. El ejemplo que acabo de citar relativo al 11-M viene de perlas para asomarse de nuevo a la portada de El Mundo. Pedro J., erre que erre:
«'El Chino' tenía contactos con ETA»
afirma el testigo que reconoció su voz
Poco que comentar. Cuando la escuela de periodismo de "toda la verdad entregada por fascículos" se prolonga más de año y medio, está claro que o bien no hay "toda la verdad", o bien esa "verdad" carece de interés per se y hay que alimentarlo, o bien seguimos tratando de justificar alguna sinrazón pasada: por ejemplo, la portada de la famosa "jornada de reflexión", el 13-M, en la que el líder del PP, Mariano Rajoy, en entrevista a toda portada, declaraba su "convicción moral" de que ETA estaba detrás de los atentados. Pedro J. todavía debe estar agradeciendo a alguna virgencita que nadie haya decidido procesarle por violar, él sí y sin ninguna duda, la jornada de reflexión.
Por lo demás, hoy la prensa de pago madrileña se despacha con un estudio interno sobre las magníficas proyecciones del PP a raíz del Estatut (La Razón), estudio que se desinfla en páginas internas, y con un titular más o menos equidistante en El País, acerca de la cumbre de la OMC, cuya principal carga de valor es el adjetivo:
La OMC cierra un modesto acuerdo
para abolir ayudas agrícolas en 2013
Modesto parece una elección acertada y ecuánime, entre "generoso", que es como lo calificarían los países ricos, e "insuficiente", que es el que cabe esperar de los países modestos... perdón: pobres.
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